Si hay algo que les encanta a mis hijos, son los animales. Sobre todo a David, el mayor. A veces me imagino que voy a buscarle al colegio llevándole en brazos un cachorrico de perro. En ese momento, sería el niño más feliz del mundo. Pero luego lo hablo con mi marido, que es más racional que yo, y cambio de opinión. Para quitarnos la espinita, en vez de un perro, hoy vamos a tener en casa una gatica muy especial. A pesar de su cara de buena, hay que tener cuidado con ella, porque a veces, esta gata enseña las garras, o como en este caso, los colmillos.
Para hacer este maquillaje, me he inspirado en un diseño de Ainhoa Tejerina (AINart). Bueno, más que inspirarme, se lo he copiado, porque lo vi en su página y me encantó.