Había una vez... 2 brujitas buenas a las que les encantaba estar con un bote de sangre, látex, carne artificial y pinceles en sus manos, para crear heridas, cicatrices, moratones... a sus "víctimas". Una de estas dos brujitas soy yo. La otra, Erika Nahian, mi estupenda profesora de efectos especiales, que, curiosidades del destino, ha resultado ser mi guapísima vecinita de arriba. Erika, estoy encantada de aprender contigo. Ah, las "víctimas", nuestros familiares y amigos. Ya veis que es un peligro conocernos. Jajajaja.
Poco a poco, os iré poniendo todos los trabajos que estoy realizando con Erika. He disfrutado muchísimo en sus clases. La voy a echar de menos.
3 comentarios:
Por lo que veo la "sangre" ha sido efectiva.....ja, ja, ja......ya tengo ganas de ver los resultados¡¡
Que guay!! tengo ganas de ver lo que has hecho!! jejeje
Pues si Lau, nos ha venido de perlas. Gracias
Y a ti Niel... creo que te van a gustar las cosicas que estamos haciendo.
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