Sara como "la imagen del desamor"

Termina el mes de febrero. El más corto del año, uno de los más fríos y... el mes del amor. Ay, ¡el amor!. ¡Lo que no se habrá dicho y escrito sobre él! y sobre todo...  ¿quién no lo ha sentido alguna vez?. Pero, cuando no es correspondido... te destroza el corazón.

 

 

 

Para caracterizar a Sara como "la imagen del desamor", me he inspirado en el personaje de  "la reina de corazones" de la película "Alicia" de Tim Burton.

 

 

 

 

 

El paso a paso del maquillaje

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Con el maquillaje listo, sólo faltan los detalles finales de la caracterización. Le coloco un body en rosa brillante, una peluca larga (gracias Helena), y... ¡lista!

 

 

 

Afortunadamente, Sara es aún muy pequeña para sufrir por estos temas. Algún día le tocará. C'est la vie!.

 

 

A la mañana siguiente...

Las previsiones del tiempo se han cumplido. Y aunque no ha nevado demasiado, hemos podido hacer nuestro particular muñeco de nieve.

Una fría tarde de invierno

Cualquier excusa es buena para hacer una fiesta. Y si encima las sobris Leyre y Ainhoa y una amiga mía con sus dos hijos vienen a pasar la tarde con nosotros, pues, la fiesta, de por si, ya está servida. Como de casta le viene al galgo, que se dice, mi hija ha sacado los disfraces y maquillajes. Y mi amiga, que encima tenía más tarde una fiesta hawaiana, ha dejado que la maquille y ya ha salido de mi casa caracterizada. Éste es el aspecto que tenía,

 

 

 

 

Más tarde, le ha tocado el turno a mi sobrinica Ainhoa.  A Ainhoa, le encanta que la maquille. Y es muy buena modelo, porque se está quietica haciendo todo lo que le digo. Le ha gustado una foto de un maquillaje de invierno. Muy apropiado para estas fechas, especialmente para el día de hoy, que nieva y hace un frío que pela. Como no pensaba subirlo al blog, no he ido sacando fotos del paso a paso (ya lo siento), pero no quería dejar de enseñároslo, y bueno, aquí tenéis una pequeña muestra del resultado.

 

 

 

Como siga haciendo este tiempo, mañana, el muñeco de nieve, lo haremos en la calle con nieve de verdad. Feliz y fría noche.

Carnaval

MAÑANA DE CARNAVAL

Estamos en carnaval!... y en crisis!. Es el momento de echar mano de los recursos propios y de la imaginación. Afortunadamente, ayer tuvieron la fiesta de carnaval en el colegio. Este año la temática era "carnaval rural"; Txatxos de Lantz, brujas de Alsasua y mayordomos de Arizkun. Con los complementos de estos disfraces, y alguna cosilla que tenemos por casa, hemos realizado nuestro propio carnaval.

 

 

 

David se ha disfrazado de Txatxo, Sara de Ziripot y Álvaro de brujo. ¿Ha sido buena idea?. Teniendo en cuenta que se perseguían por casa con las escobas, gritando y corriendo como locos... no lo tengo muy claro. Pero bueno, ellos, lo han pasado muy bien.

 

 

TARDE DE CARNAVAL

 

El tiempo no da tregua. Llueve sin parar y hace un frío que pela. Nuestros planes de salir por la tarde disfrazados se han ido al garete. Pero... ¡buenas noticias!, esta tarde viene Sara A. Sara A. es una amiguita de mi hija Sara B. Las dos se llaman Sara, las dos van a la misma clase y las dos se llevan muy bien. Su madre, que es muy animada, ha traído unos disfraces. Yo he sacado los maquillajes, y de nuevo hemos realizado en casa... ¡otro carnaval!.

 

Como Sara A. ha venido disfrazada de perrito dálmata, le he realizado el maquillaje que en su día le hice a Álvaro.

 

 

 

 

En Sara B., he aprovechado para realizar una prueba de una entrada que quiero hacer en breve. Adelanto que la temática será una película animada de Disney. La muestra, una pequeña enredadera y una flor. El disfraz, nos lo ha dejado Sara A. Un precioso vestido de princesa.

 

 

 

Y las dos amiguitas tan contentas. Aunque aquí, ya les queda poco para estar así, porque enseguida vendría... la dramática despedida.

 

 

 

 

Gracias a nuestras dos magas particulares Cristina y Sara A. Han conseguido convertir una triste tarde gris y lluviosa, en una alegre tarde colorida y divertida. Muy buen truco.

 

 

 

Álvaro y David. La evolución de un científico.

Había una vez un niño al que le encantaba todo lo relacionado con la ciencia. Los insectos, las plantas, los números, el cuerpo humano...

 

 

 

Tan grande era su interés, que ni comía ni dormía. Sólo se encerraba en su pequeño laboratorio con sus libros y sus experimentos. Con el tiempo, sus ojitos necesitaron gafas, y sus pelos se encresparon.

 

 



Pasaron los años y le pasó lo que a Don Quijote; que de tanto leer, se le fue la cabeza un poco. Y acabó convirtiéndose, en un científico loco.