La rueda de la vida sigue girando. Pasan los años y, la niña que un día se dejó maquillar de japonesita, inevitablemente, se ha hecho mayor. Por suerte para mí, todavía le gusta que le pinte la cara. Esta vez me basé en el maquillaje publicado en un libro que cogí de la biblioteca. Creo recordar que este rostro tenía el título de "princesa alienígena". Lo llevé a cabo para tener mi primera toma de contacto con la técnica del difuminado de colores, que en este caso eran 3, rosa, azul y amarillo. Os dejo con mi especial "princesa".
1 comentario:
Guauuuu. cómo escribes Cris. Pareces una filósofa.
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