Carmen de japonesa.

Toda afición tiene un principio. El mío surgió cuando mi sobrina mayor, Camen, tenía 5 años. Se iba a quedar en mi casa a dormir y me apetecía hacer algo diferente con ella. Me acerqué a la tienda "Imaginarium" y adquirí mi primer lote de maquillaje infantil; un libro y una paleta de colores. Empecé a ojear el libro, y enseguida me llamó la atención el maquillaje de japonesa. Conociendo a mi sobrina, sabía que le iba a gustar. A pesar de que ya han pasado 10 años desde ese día, aún recuerdo lo quietica que estaba mientras le maquillaba. En ese momento me llamó la atención que siendo tan pequeña, apenas se moviera. Pero después de maquillar a unos cuantos niños más, os puedo decir que es general el que todos estén bastantes quietos. Cuando terminé de pintarla, le puse un par de moñetes decorados con palillos de cocina, y una blusa mía, con un estampado que podía pasar por oriental. A pesar de la cara tan seria que tiene en la foto, se vio muy contenta cuando vio el resultado.